Un nuevo análisis del material recolectado por la nave espacial Chang’e 5 de China desde la Luna confirma una nueva fuente de vida, que fluye de lo inesperado: el Sol.
Según Science Alert, un equipo de científicos dirigido por los geoquímicos Yuchen Xu y Heng-ci Tian de la Academia de Ciencias de China ha encontrado productos químicos especiales en 17 muestras que la misión change-5. Obtenido en la región de la Luna Oceanus Procellarum (en latín, que significa “Océano Tormenta”).
Todos estos materiales difieren de las muestras de baja latitud obtenidas por otras naves espaciales estadounidenses y rusas como Apollo y Luna. Muestra de chang’e-5 de latitudes medias, tomada de la roca basáltica volcánica más joven de la Luna.
Es el resultado de un bombardeo de iones de hidrógeno del viento solar, chocando contra la superficie de la Luna, interactuando con óxidos y minerales, uniéndose al oxígeno desalojado por el impacto. El resultado es este “Océano Tormenta” de latitud media extremadamente rico en minerales hidratados similares a los regolitos.
Una simulación de laboratorio de este proceso demostró efectos antiguos y determinó que la Luna es perfectamente capaz de almacenar esa agua preciosa.
Esta fuente de agua es un tesoro invaluable para las agencias espaciales de todo el mundo, ya que proporcionará vida y combustible para futuras misiones, incluidas las bases lunares que muchas agencias espaciales han planeado.
El descubrimiento también contribuye a mostrar otra forma en que la “cuna de la vida”, el agua, llega a los cuerpos celestes en el universo. Algunos estudios anteriores han demostrado que el satélite rico en agua de la Tierra pudo haber dado a luz una vez a la vida, pero se extinguió.
El nuevo estudio acaba de publicarse en la revista científica PNAS.