Los científicos especializados en geología han estado llevando a cabo investigaciones en el núcleo interno de la Tierra con el objetivo de comprender mejor el campo magnético que protege la vida en nuestro planeta. A medida que el núcleo interno se enfría y solidifica, su tamaño aumenta aproximadamente un milímetro cada año. Estudios recientes han revelado que un lado del núcleo interno parece estar experimentando un crecimiento más rápido que el otro, aunque todavía no se comprende completamente la razón detrás de esta asimetría.
El proceso de cristalización en el núcleo interno comenzó hace entre 1.500 millones y 500 millones de años, y sigue ocurriendo en la actualidad. A medida que el hierro líquido del núcleo externo pierde calor y se solidifica, se forma una nueva capa en el núcleo interno. La región donde este crecimiento es más activo se encuentra aproximadamente a 1.800 millas (2.896 kilómetros) debajo del Mar de Banda, en Indonesia. En esta zona, se generan alrededor de un 60 por ciento más de cristales de hierro en comparación con el otro lado del mundo.
La causa de esta asimetría en el crecimiento del núcleo interno aún no se ha determinado con certeza y sigue siendo objeto de estudio y debate en la comunidad científica. Los científicos continúan investigando y recolectando datos para obtener una comprensión más completa de este fenómeno y su impacto en el campo magnético terrestre.
A pesar del crecimiento irregular durante miles de millones de años, el núcleo interno mantiene su forma esférica debido a la gravedad. El crecimiento del núcleo interno, aunque es un rompecabezas fascinante, puede desempeñar un papel en la generación del campo magnético de la Tierra, que es esencial para nuestra superficie.
El enfriamiento del núcleo interno es significativo para el funcionamiento general de la Tierra. A medida que se enfría, libera calor, provocando un movimiento en el núcleo exterior. Este elemento, conocido como geodinamia, estimula el giro del hierro líquido y genera el campo magnético que protege a la Tierra de los vientos solares nocivos.
Las interacciones entre las diferentes capas de la Tierra también juegan un papel crucial. Cada capa, desde el núcleo exterior hasta el manto y la corteza, afecta a la capa inferior. El núcleo interno transfiere su calor, derivado de la formación del planeta y la descomposición de los elementos radiactivos, a cada capa subsiguiente. Este proceso de transferencia de calor podría contribuir a las tasas de rotación a las que se enfría el núcleo interno. Por ejemplo, las regiones con grandes zonas de suducción, como Indonesia, experimentan un enfriamiento debido a la entrada de placas tectónicas más frías en el manto caliente, lo que facilita la solidificación en el núcleo interno.
Si bien la causa exacta de la asimetría en el crecimiento del núcleo interno sigue siendo desconocida, puede explicar por qué los cristales de hierro dentro de él se alinean a lo largo del eje Norte-Sur de la rotación de la Tierra. Esta alineación crea una estructura reticular ordenada que actúa como una carretera para los temblores rápidos. Los sismólogos han ofrecido que los terremotos se propagan más rápido entre los polos norte y sur que a través del ecuador, lo que indica esta alineación de cristales de hierro.
Se necesita más investigación para descubrir la relación entre esta asimetría y el campo magnético de la Tierra. Los científicos saben desde hace mucho tiempo que se producen ensayos periódicos en la dirección del campo magnético, durante los cuales se debilita temporalmente. Sin embargo, las razones subyacentes de estos fenómenos aún no se comprenden por completo. Comprender el funcionamiento interno del núcleo de la Tierra es crucial debido al papel fundamental que desempeña en el mantenimiento de la vida en nuestro planeta.