Rumania, un país conocido por sus impresionantes paisajes y su rica historia, alberga una maravilla geológica que ha intrigado tanto a los lugareños como a los científicos durante siglos: los Trovants. Estas llamadas “piedras vivas” poseen la extraordinaria capacidad de crecer y moverse, dando lugar a multitud de leyendas y mitos en la región. Pero, ¿qué son exactamente estas misteriosas rocas y cómo exhiben características tan inusuales?
La leyenda de los trovantes
En el pintoresco pueblo de Costesti, en el condado de Valcea, los trovantes se han convertido en una parte integral del folclore local. Los aldeanos han creído durante mucho tiempo que estas rocas están vivas, citando generaciones de observaciones en las que las piedras parecen crecer y moverse. Algunos atribuyen estos fenómenos a fuerzas sobrenaturales o incluso a la obra de seres extraterrestres.
Explicación geológica
Si bien las leyendas brindan un telón de fondo fascinante, los geólogos han profundizado en la ciencia detrás de los trovantes. Estas piedras, también conocidas como “areniscas cementadas” o “concreciones”, se forman mediante complejos procesos geológicos. Hace aproximadamente seis millones de años, la actividad sísmica provocó la creación de estas formaciones únicas. Los trovants consisten en un núcleo de piedra dura rodeado de arenisca y pueden variar en tamaño, desde pequeños guijarros hasta enormes rocas que pesan varias toneladas.
La formación de Trovants implica una combinación de cambios sísmicos, sedimentación de arena en los ríos y lluvia durante períodos prolongados. Cuando el agua con una alta concentración de carbonato de calcio se infiltra en el ambiente arenoso, cementa la arena alrededor del núcleo, creando estas extraordinarias piedras.
El crecimiento de los trovantes
Uno de los aspectos más cautivadores de los Trovants es su capacidad de crecer. Durante las fuertes lluvias, estas piedras absorben minerales del agua, lo que desencadena una reacción química que ejerce presión desde el interior. Esta presión hace que las rocas se expandan hacia afuera desde su núcleo, agregando capas con el tiempo. Aunque la tasa de crecimiento es lenta, normalmente unos pocos centímetros cada mil años, este proceso gradual conduce a la distintiva apariencia irregular de los trovantes.
El movimiento de los trovantes
Además de su crecimiento, los trovantes también exhiben movimiento, aunque a un ritmo imperceptible para el ojo humano. Este movimiento es resultado de su proceso de expansión, que altera el paisaje circundante y permite que las piedras se desplacen ligeramente con el tiempo. Factores externos como fuertes lluvias o actividad sísmica también pueden contribuir a su desplazamiento gradual.
Capas elípticas dentro de trovants
Al examinar secciones transversales de Trovants, los geólogos han descubierto múltiples capas elípticas anilladas, similares a los anillos de crecimiento de un árbol. Estas capas se forman a medida que las piedras absorben arena y minerales adicionales de su entorno, expandiéndose gradualmente hacia afuera. Esta estructura interna proporciona información valiosa sobre el lento pero continuo proceso de crecimiento de estas formaciones geológicas únicas.
Atracción turística
Los fascinantes fenómenos de los trovantes los han convertido en una atracción turística popular en Rumania. Para proteger estos tesoros geológicos, en 2004 se creó en el condado de Valcea la Reserva Natural “Muzeul Trovantilor” o Museo de los Trovants. El museo, ahora protegido por la UNESCO, ofrece a los visitantes la oportunidad de maravillarse con estas extraordinarias piedras y aprender sobre su formación y crecimiento.
Aunque los Trovants puedan parecer seres vivos, en realidad son un tipo único de formación rocosa que existe desde hace millones de años. Es comprensible que su capacidad para crecer y moverse haya dado lugar a mitos y leyendas, pero las explicaciones científicas detrás de estos fenómenos son igualmente fascinantes. Los Trovants son un testimonio de las maravillas y misterios de nuestro mundo natural.
En conclusión, los trovantes de Rumania podrían parecer parte de un cuento de ciencia ficción, pero su existencia resalta los extraordinarios procesos que ocurren dentro de nuestro planeta. Si alguna vez te encuentras en Costesti u otras regiones de Rumania donde se encuentran estas rocas vivas, tómate un momento para apreciar su belleza única y reflexionar sobre los misterios geológicos que encierran.