Un bebé orangután está en buenas manos por primera vez en su vida después de que un equipo de rescate lo descubriera momificado en un ataúd de cartón.
International Animal Rescue creyó que la criatura parecida a un cadáver estaba muerta cuando lo encontraron descansando con sus diminutos brazos cruzados sobre su cuerpo sin vida.
Creían que Gito había sido comprado por menos de 20 libras a un hombre que casi con certeza había matado a su madre para robar y vender a su bebé.
Lo mantuvieron en una caja de cartón empapada de orina y lo alimentaron exclusivamente con leche condensada, lo que provocó que sufriera una grave deshidratación y desnutrición.
El equipo quedó impactado por el estado del animal y lo llevaron al centro de rehabilitación de orangutanes para recibir atención médica inmediata.
El equipo de rescate dedujo que la cría de simio, de entre tres y cuatro meses de edad, era tenida como mascota.
Gito había sido comprado por menos de £20 a un hombre que casi con certeza había matado a su madre para robar y vender a su bebé.
Para transportar al orangután a la clínica, el equipo tuvo que partir al amanecer en motocicleta y llegó nueve horas más tarde para encontrar al equipo médico en el centro esperando la llegada del bebé enfermo.
El simio fue mantenido en una caja de cartón empapada de orina y alimentado únicamente con leche condensada, lo que provocó que sufriera una grave deshidratación y desnutrición.
A Gito le pusieron un suero para rehidratarlo y le hicieron un chequeo médico exhaustivo, que incluyó que el equipo masajeara su piel con aceite de coco para calmarla y aliviar la picazón.
El equipo de rescate también encontró a Gito con fiebre, manos y pies rígidos y diarrea.
Alan Knight, director ejecutivo de International Animal Rescue, dijo que es difícil digerir el impactante estado en el que se encontraba Gito cuando fue rescatado.
El simio padecía una enfermedad cutánea muy contagiosa que le provocaba intenso picor e irritación.
Resiliente: El bebé orangután se ha recuperado tras ser descubierto momificado en un ataúd de cartón
Gito ahora está en buenas manos y recibe tratamiento y atención de expertos en el centro de Ketapang.