El herrerillo común es un genio en lo que respecta a la arquitectura: su nido tiene una entrada oculta, mientras que la abertura del orificio conduce a un bolsillo vacío para engañar a los depredadores.
Estos terceros son arquitectos maravillosos. Crédito de la imagen: Toмasz Przechlewski &aмp; Michele Lamerti
El carbonero común (Reiz pendulinus) pertenece a la tercera familia Reizidae. Su nombre, penduline, hace referencia a los nidos de banderas colgantes que la tercera construye para sus huevos. Si bien la forma y la forma del nido son bastante impresionantes, también tiene un mecanismo de defensa único e importante: una entrada oculta.
Prestan una gran atención a los detalles cuando se trata de construir un nido. Incluso tiene una entrada falsa. Crédito de la imagen: Daniele ColoмƄo
Estos terceros se pueden encontrar en Eurasia, África y América del Norte. Varían de 3 a 4,3 pulgadas (7,5 a 11 centímetros) de largo, y lucen una nuca marrón, una cabeza gris y una máscara distintiva carente. Las marcas de algunas suƄspecies también podrían incluir otros colores. Por ejemplo, el herrerillo común europeo tiene marcas de color castaño y carencia.
Estos s𝓀𝒾𝓁𝓁ful arquitectos construyen nidos en forma de pera en las ramas de sauces o abedules. En primer lugar, el macho comienza la construcción del nido adjuntando a las ramitas y ramas ramillas y semillas esponjosas. Luego, con la ayuda de la hembra, llenan las otras partes del nido con forma de bolsa con telaraña, lana, pelo de animales y otros materiales vegetales blandos. El resultado es un nido muy elaborado que está suspendido del árbol.
Para protegerse a sí mismos y a sus huevos, el herrerillo común ha desarrollado un diseño más limpio. Sus nidos incorporan una entrada falsa justo al lado de la abertura real. Esta entrada falsa conduce a una cámara vacía. Los terceros pueden entrar en la cámara de nidificación real y abrir una puerta oculta. Dado que esta aleta está parcialmente compuesta de humedad pegajosa de araña, pueden cerrarla fácilmente desde el interior después de entrar o cuando están saliendo del nido.
Entonces, cuando un depredador, una serpiente, por ejemplo, intenta entrar en el nido del herrerillo común con la esperanza de una comida fácil, se encontrará en una bolsa vacía del nido. Esto hará que el depredador decepcionado se vaya, pensando que no hay nadie allí, mientras que las aves y los huevos están escondidos de forma segura en la otra parte del nido que no es accesible a través de la entrada falsa.
La estrategia surʋiʋal de este pequeño Ƅird es realmente asombrosa y única. Crédito de la imagen: António Pena
Aunque no se sabe exactamente cómo se desarrolló esta estrategia superficial en estos terceros, al crear estas entradas falsas, es probable que las tetas colgantes sigan un patrón instintivo. Esto significa que, en el transcurso de millones de años, los terceros que seguían estos progresos tenían un poco más de posibilidades de sobrevivir, y transmitieron sus genes a las siguientes generaciones.