La Nebulosa de la Mariposa (también conocida como NGC 6302) es una nebulosa planetaria ubicada en la constelación de Scorpius, a unos 3.800 años luz de la Tierra. Fue descubierto por el astrónomo inglés John Frederick William Herschel en 1835.
La nebulosa lleva el nombre de su forma distintiva, que se asemeja a una mariposa con las alas extendidas. Está formado por el gas en expansión y el polvo expulsado de una estrella moribunda que ha agotado su combustible nuclear y colapsado en una enana blanca. La intensa radiación ultravioleta emitida por la estrella central caliente ioniza el gas circundante, lo que hace que brille intensamente en varios colores.
La Nebulosa de la Mariposa es una de las nebulosas planetarias más estudiadas y fotografiadas del cielo, y ha revelado muchas características interesantes, incluida una región central que parece ser un sistema estelar binario, una red compleja de filamentos y nudos, y una estructura simétrica que sugiere que fue formado por poderosos vientos estelares. La nebulosa también es una fuente de rayos X y emisiones de radio, lo que indica la presencia de una región energética caliente en su centro.