LOS ARQUEÓLOGOS QUE EXCAVAN EN QUBBAT AL-HAWĀ, EN EL SUR DE EGIPTO, HAN DESCUBIERTO UNA TUMBA QUE CONTIENE LOS RESTOS DE COCODRILO MOMMIFICADOS.
Qυbbat al-Hawā está situado frente a Aswa, en la parte occidental del Nilo, y sirve como lugar de descanso de pueblos y sacerdotes, principalmente de los Reinos Antiguo y Medio del Egipto Aciepto.
La ecrópolis estuvo activa desde la Cuarta Dinastía hasta el Período Romano, donde los arqueólogos han descubierto anteriormente más de 100 tumbas.
La última tumba fue descubierta por arqueólogos de la Universidad de Jaé, donde encontraron los restos de cinco esqueletos de cocodrilo momificados parcialmente completos y cinco cráneos de cocodrilo momificados, que datan de la era preptolemaica antes del 304 a.C.
Crédito de la imagen: Patricia Mora Riυdavets.
Los cocodrilos se utilizaban en rituales de perforación para el dios egipcio egipcio, Sobek, que estaba asociado con el cocodrilo del Nilo o el cocodrilo de África occidental, y está representado en su forma o como un humano con cabeza de cocodrilo.
Sobek también estaba asociado con el poder faraónico, la fertilidad y la destreza militar, pero sirvió además como una deidad protectora con cualidades apotropaicas, invocada especialmente para la protección contra las dagas presentadas por el Nilo.
Bea De Cυpere, arqueozoóloga del Instituto Real de Ciencias Naturales de Bélgica (RBINS), dijo: “En Egipto se conocen más de 20 sitios de entierro con momias de cocodrilos, pero se han encontrado 10 momias de cocodrilos bien conservadas juntas en una tumba perturbada es extraordinario. De la mayoría de las momias recolectadas por museos a finales del siglo XIX y principios del XX, a menudo crías, no sabemos exactamente de dónde vienen”.
Crédito de la imagen: Patricia Mora Riυdavets.
Los resultados de la excavación, publicados ahora en la revista PLOS ONE, afirman que los cocodrilos de la tumba miden entre 1,8 metros y 3,5 metros de longitud, pertenecientes al cocodrilo del Nilo y al cocodrilo de África Occidental.
“Los cocodrilos fueron enterrados primero en otros lugares, posiblemente en fosos”, dice De Cυpere. “Esto permitió que los cocodrilos se secaran de forma natural. Los restos fueron desenterrados, envueltos y trasladados a la tumba en Qυbbat al-Hawā. Partes del cuerpo deben haberse perdido durante el envoltorio y el transporte”.